La directiva del Barça está dispuesta a defender la continuidad de Thiago Alcántara con uñas y dientes. Como en su día pasó con Messi. Por defender a la continuidad de Leo en el Barça, el club dejó un flanco abierto por el que se escurrieron Gerard Piqué al Manchester United y Cesc Fàbregas al Arsenal. El primero pudo recuperarse a muy buen precio (5 millones de euros) mientras que el segundo cada día se aleja más del Barça, un club que empieza a ver como un brindis al sol invertir una cantidad ingente de dinero para cubrir una posición que tiene en Thiago su sucesor natural.

Obviamente, muchos jugadores en las circunstancias de Thiago se han ahogado en la orilla y no han llegado a ser la mitad de lo que suponían artículos como los que están ustedes leyendo. Pero una cosa son los artículos y otra cosa la opinión de los técnicos que han tratado hace tiempo de llevarse a Thiago a otros equipos y la oposición que se han encontrado en el Barça. Thiago es intocable.