El Madrid ganó en Vitoria. Era importante para su autoestima y su tranquilidad. Ahora ya puede jugar en Barcelona la próxima jornada con mayor confianza. En ningún caso serán ya dos derrotas seguidas ante los rivales con los que acostumbraba a perder. Ahora las dudas se las ha traspasado al Caja Laboral, porque esta temporada anda renqueante. Mas de este equipo nunca hay que fiarse. También la pasada temporada acusaba falta de consistencia y al final acabó ganando la Liga al intratable Barcelona. Y es que en el baloncesto más que en ningún otro deporte, hasta el rabo todo es toro. Si eso pasa en un solo partido, y no hay más que ver el de ayer, qué no va a pasar en toda una temporada en la cual sólo cuenta lo que se haga en los últimos partidos.

Aunque en el caso del Madrid es distinto. En el Madrid hay mucha presión, porque lleva unas últimas temporadas decepcionantes. Como le falta confianza, se ve obligado a ganar desde el primer partido. Mismamente esta temporada Messina ha estado seriamente cuestionado por un mal comienzo. El rumbo se rectificó y gracias a que el equipo gana en casa, es líder en la Liga y ya ha pasado de fase en la Euroliga. Pero fuera tiene mandíbula de cristal. Había que acabar con ello y por eso lo importante era ganar, no cómo hacerlo. Al final el partido se acabó jugando a tiros libres, que es una manera muy fea de terminar. Pero cuando se anda a arreones, como los dos equipos hicieron ayer, todo vale a quien acaba ganando. Y más a este Madrid.