No hay una fórmula maestra contra la versatilidad goleadora del Madrid. Quizás la táctica del murciélago (todos colgados del larguero) se acerca a la más aconsejable. Pero seguro que el Getafe no optará por esta vía, sino que le peleará el balón al Madrid, a sabiendas de que es un desafío temerario. En todo caso Míchel sabrá, porque no es secreto, que para ir a esta pelea conviene cortarles las alas a Di María y Marcelo. Son piezas fundamentales en el desarrollo del juego blanco, tanto en la salida de balón como en la participación de jugada de ataque. El Getafe debería cuidarse de tenerlos atados.

Para desactivar a estos tres motores hace falta correr y presionar mucho. Sufrimiento y disciplina, exigirá Míchel a sus jugadores, porque al menor descuido entra Marcelo o entra Di María rompiendo las líneas por los carriles exteriores. No sólo de Cristiano se alimenta el Madrid y ahí tiene su actual riqueza. Las apariciones potentes, determinantes y eléctricas por las bandas están aportando muchas soluciones cuando los rivales hacen la del murciélago. El Geta tiene una papeleta complicada, pero el Coliseum siempre tiene algo de fortín. El partido promete emoción.