La camiseta limpia... y el escudo

La camiseta limpia... y el escudo

El Levante terminó dolido tras la goleada en el Bernabéu y, sobre todo, por las burlas recibidas por parte de algunos jugadores madridistas (sólo dos o tres, todo hay que decirlo). Lo que más caló fue el "no me toques, que me ensucias la camiseta", presuntamente de Di María a Ballesteros. A los blancos, que sudarían de lo lindo para hacer ocho goles, ese día no se les ensuciaría demasiado la elástica pero lo de menos es lo limpia que esté. Lo que más tiene que brillar es el escudo que, en ese club, pesa mucho y luce y mucho en el pecho de jugadores como los Cristiano o Casillas y, antaño, los Raúl, Hierro o Zidane. Y se enturbia con esas actitudes.

Desde el pasado 22 de diciembre, el aficionado granota es un poco menos madridista y eso que un porcentaje importante del seguidor del Levante tiene gran simpatía por el Real Madrid. Lo relatado anteriormente o el "a Segunda, a Segunda" son cosas que calan hondo y duelen. Por no hablar de cuando Mourinho arremetió contra Del Horno en el Ciutat o cuando dijo que ningún granota había terminado en el hospital... y Nacho González sigue con el cruzado roto desde ese día. El Madrid es, de todos los clubes, el más grande pero eso se alimenta también de las cosas pequeñas. Y esos gestos feos empequeñecen y crean fobias.