Aunque sigamos siendo el disparate nacional. Aunque sobre el campo solamente exhibamos la pelea del Kun contra los rivales, Tomás, no saques pecho. La fiera en cualquier momento puede resucitar y los once años es una espina que tenemos clavada los atléticos. Yo a los Reyes ya les he pedido muchos kleenex para tus lloriqueos, pero el colmo sería que primero los atléticos y después el Barça os volvieran a dejar otro año en blanco. Está claro que esta eliminatoria copera ha sido el gordo de Navidad para el Calderón, pero sabemos de sus peligros. El equipo no está bien y darse un trastazo contra el eterno rival puede sumirlo en una profunda crisis. El vestuario está mentalizado y tiene hambre de revancha y te recuerdo, señor Roncero, que este año en el Bernabéu os pusimos las cosas complicadas y el de negro fue el mejor jugador que tuvo Mourinho en su filas.

El propio Quique tiene las ideas claras y sabe lo que tiene que hacer. No le asustan Cristiano, Di María y compañía. Su obsesión se llama Xabi Alonso. Nosotros, hasta el momento, todavía debemos muchas alegrías al personal y en cualquier momento podemos volver a ser lo que somos en la actualidad, el rey de Europa. Lo importante es que la ilusión de los aficionados se refleje en la mentalización del vestuario. Que se olviden de historias personales y si el Kun, Forlán y Reyes tienen dos partidos propios de su calidad a lo mejor te llevas una sorpresa. De momento, vamos a ir de humildes y ahora sólo pensamos en el Hércules.