El crédito de Monchi resiste

El crédito de Monchi resiste

Al gran público le quedaron dos nombres de Ghana en el Mundial. Kevin Prince Boateng, el hombre que dejó a Ballack sin su último gran baile en el fútbol. Y Asamoah Gyan, un excelente delantero que jugaba con el sorprendente dorsal número tres y que después de hacer un excelente campeonato se estrelló contra el larguero en un penalti y dejó a su país llorando Imaginamos que por ese tipo de cosas las secretarías técnicas tienen trabajo. Monchi subrayó el nombre de Anthony Annan, que ya tendría apuntado en su lista, y lo dejó en el cajón. Lo ha sacado ahora, en enero. Parece que para terminar de ficharlo definitivamente. Decir si dos o tres millones, uno o cuatro, son un precio justo por Annan es especular. Sin más. Quien tiene que saber cuánto vale es Monchi, que es quien lo va a fichar. Suya es la responsabilidad.

Monchi está en la diana y es este un tiempo en el que es demasiado fácil irse al extremo. Vende- Monchi era un semidiós en 2007 porque había hecho del Sevilla un sueño maravilloso y ahora es señalado por fichar a Cigarini y Guarente, que a falta de darles mil días más que a los políticos parecen es un error evidente. Monchi es humano, como todos. Pero es más fácil mirarlo de esta forma. Monchi ha conseguido el mejor Sevilla de la historia. Si algún día deja de ganar títulos bajará al nivel en el que siempre se ha movido el club. Por eso siempre irá ganando 1-0. Pero seguro que él quiere meter el segundo. Si no, si le estaría fallando a su gente.