Voy a hablar de orientación. Porque ayer le tocó a este deporte el encuentro semanal que mantenemos con las Federaciones, y sobre todo porque creo que la orientación se merece mucho más de lo que recibe. Es un caso parecido al del hockey sobre patines. Su presidente Carmelo Paniagua, que en este caso es el de Patinaje, nos preguntaba en su día: ¿Qué tenemos que hacer en el hockey para recibir un premio nacional? Y tiene razón. Lo ha ganado y lo sigue ganando todo. Por activa y por pasiva. Pero se trata de un deporte minoritario cuya época pasó. Ahora también ganamos prácticamente todo en deportes de la máxima popularidad. Mala suerte para el hockey sobre patines. Es como la orientación. Un caso de mala suerte. Pero reparable.

¿Orienta.. qué? Pues la orientación tiene 15.000 licencias, más que 27 deportes, entre ellos triatlón, tiro con arco, lucha, tenis de mesa, hockey hierba, esgrima, remo, boxeo, halterofilia y pentatlón, pero como éstos son olímpicos nos parecen mucho más. Pasa que la orientación no es un deporte espectáculo y se practica sin alardes. Además, lo de orientador suena mal. Pero es uno de los deportes con mayor crecimiento. Aunque creo en la orientación más como actividad lúdica que como deporte competitivo. La veo como un juego para que los niños conozcan y respeten la naturaleza, como hacen en los países nórdicos. ¿Hay mejor lección de ecología que integrarse en el medio ambiente? Por eso sería bueno tomarse la orientación en serio. Pide poco y da mucho.