Contador tiene que enfadarse

Contador tiene que enfadarse

El proceso de la sanción a Contador ya está en marcha. Será de un año. Si no hay recursos. Tanto por parte del corredor para que se la quiten, como por parte de la Unión Ciclista Internacional (UCI) o la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) para que se la aumenten. Dejémosla en un año, que es como va a estar ahora mismo. Un año que comienza a contar desde el 24 de agosto de 2010. O sea, que Contador no podrá volver a competir hasta el 24 de agosto de 2011, cuatro días después de que haya comenzado la Vuelta. Pues es como para enfadarse. No por la mala suerte de que este año la Vuelta haya adelantado su comienzo, sino porque el positivo se lo podían haber anunciado hasta diez días antes. Si hubiera sido así, podría correr la Vuelta.

Desde que la UCI recogió la muestra de Contador en la que apareció el clembuterol hasta que le comunicó el positivo pasaron 34 días. En ese tiempo hubo cinco fines de semana. Cinco fines de semana en los que el laboratorio de Colonia y los comités antidopaje de la UCI y la AMA descansaron. Mientras los ciclistas corren el Tour sábados y domingos, llueva o haga calor, las personas que les juzgan se toman libres los fines de semana. De esta manera los procesos se alargan y cuando se comunica la decisión, el daño puede ser irreparable. Es el caso de Contador. El año de sanción podrá ajustarse a derecho, pero no es de justicia que se vea indirectamente aumentado a causa de que quienes le juzgaron disfrutaron primero de sus fines de semana.