No es el Mundo contra Contador

No es el Mundo contra Contador

Contador abandonó ayer la concentración del equipo en Mallorca. No está para seguir entrenándose. Normal. Además, ¿para qué? La sanción por un año es inminente. Una lástima. A Contador se le quiere. Su popularidad iba escalando posiciones hasta el extremo de que ya hablábamos de un repóker de campeones, envidia de cualquier país: Nadal, Gasol, Alonso, Lorenzo y Contador. Ahora se dispone a recurrir para demostrar que es inocente. Pero Contador debe de entender que no es el Mundo contra él. Ni España. Ni la UCI. Ni la Federación. Ni Lissavetzky. Está escrito, aprobado y aceptado que la sola presencia de clembuterol en el organismo es positivo. ¿Qué haría él si fuera el juez? ¿Sería capaz de archivar el caso e ir en contra de la ley?

A Contador sólo le cabe la posibilidad de encontrar un buen abogado que le defienda. No debe de ser difícil. Los hay tan listos que han sido capaces de encontrar defectos de forma para anular procesos con positivos como un castillo. Si la cuestión es demostrar que el clembuterol puede aparecer tras la ingestión de un filete contaminado, no hay más que comérselo y ver qué pasa. Claro, que se supone que eso ya lo ha hecho la comunidad científica que ha aprobado las leyes antidopaje. Si no fuera así, es para que no sólo Contador, sino todos los ciclistas, se declararan en huelga hasta que se rectificara tamaña barbaridad. Y no digamos ya los futbolistas sudamericanos. Porque el día que les hagan un control de clembuterol allí se quedan sin fútbol.