Estaba claro que la probabilidad de que el Levante sumara en el Bernabéu era escasa, casi nula. Esta no es su Liga, pero eso no elimina detalles mejorables. Sobre todo en el oficio mostrado, menor que en las tres anteriores victorias. Los valencianos estuvieron excesivamente blandos y no hablo de ser más agresivos, simplemente contundentes, como los de Mourinho. Di María se coló entre tres zagueros experimentados como cuchillo en mantequilla cuando, precisamente, se utilizó ese entramado defensivo para minimizar daños. De distinta forma, sucedió en el 2-0. El vídeo servirá para repasar los errores que no se deben cometer frente a Osasuna, que sí que está en la Liga de los azulgrana.

Hubo cosas positivas, como la gran actuación de Munúa. Aparte de si pudo hacer más o no en el segundo gol, el uruguayo tuvo muy buenas intervenciones y al Levante le viene bien la seguridad que le está imprimiendo el meta charrúa. Otra buena noticia es que los de Luis García hicieron su partido, sin salirse de madre ni caer en polémicas estériles que no les benefician en nada. El partido de ayer era sólo de tres puntos. Ahora vienen los de seis.