¡Pero tío, tómate una cervecita!

¡Pero tío, tómate una cervecita!

Mientras el Getafe dudó, Casquero lo sostuvo. En la primera parte el juego azulón tuvo nervios, que no nervio, pero allí estaba el capitán para poner calma. Desde que Casquero se hizo con la titularidad, el equipo ha ganado equilibrio. Míchel no ha dudado ni un segundo en mantenerle en el campo, incluso sabiendo que para ello el sacrificado tenía que ser Parejo, la joyita del equipo. Lo de Casquero tiene un mérito brutal. Es el de mayor edad de la plantilla (el 11 de marzo cumple 35 años), pero tiene el cuerpo de un veinteañero, con un porcentaje de grasa en cuerpo que roza la perfección. El de Talavera tiene un cuerpo fibroso en el que basa su éxito, con sólo un 6,1 por ciento de grasa. La mayoría de los futbolistas presentan unos índices entre 7,5 y 10, siendo lo máximo admitido 15 o 16.

Casquero se cuida como nadie. Alimentación sana y vigilada, ejercicio diario y una hora de camilla recibiendo masajes todos los días. Así ha cincelado un físico que le permite estar con 35 años en la elite y siendo el que menos grasa tiene de toda la plantilla. Sus compañeros le dicen: "¡Pero tío, quieres tomarte alguna vez una cervecita!". No. Como tampoco vio el árbitro las manos de Fritzler en el área. Penalti claro. Pero este año, los árbitros con el Getafe tienen grasa en la vista.