Fernando Teixeira Vitienes tuvo un arbitraje difícil como suele ser la norma en estos derbis madrileños de gran tensión. El colegiado cántabro dejó jugar al máximo y tuvo la suerte de que le salió bien. En la primera parte fue un partido intenso, con numerosas entradas. En la segunda mitad, el encuentro fue por los mismos cauces y lo bueno fue que los jugadores supieron distinguir entre el juego viril y el malintencionado para no buscar la bronca en demasía. Creo que Teixeira está en una buena línea para poder arbitrar el Real Madrid-Barcelona de Liga...

Ya en el análisis pormenorizado de las jugadas, en el 27' el Atlético reclamó sendas manos de Carvalho y de Ramos, pero en el primer caso tiene el brazo pegado al cuerpo y en el segundo es totalmente involuntario. Cuatro minutos más tarde, en la jugada del 0-2, Cristiano pide penalti de Ujfalusi y es una jugada dudosa, no queda claro. En ese mismo sentido, la arrancada de Benzema en el gol de Özil también es en posición dudosa. Por lo tanto, y ante la duda, nunca hay que levantar la bandera. Bien por Teixeira y su asistente. En el 33', Agüero es amonestado por simular penalti. El argentino inicia la jugada en fuera de juego, luego Ramos le toca en el brazo muy levemente y el argentino se deja caer.

Donde sí se equivocó Teixeira fue en no expulsar a Lass. En el 56' debió ser amonestado por reiteración. Luego recibió otra, por lo tanto debió ver la roja. El francés se libró porque Teixeira salió con el concepto de dejar jugar el máximo. Eso se vio en los ocho primeros minutos, donde permitió en exceso y eso provocó las quejas de Quique Sánchez Flores.