Duros como las piedras y escurridizos como las anguilas. El Shakhtar está llamado a ser uno de los futuros campeones de Europa, aunque para esta temporada haber llegado a los cuartos de final se podría considerar como haber cumplido el objetivo. Todo lo que sea pasar de ronda, significará, a más de haber eliminado al mejor equipo del momento, dar dos pasos más al frente de los ideados por Rinat Akhmetov, megamultimillonario presidente que confió todo el proyecto deportivo a Lucescu. Entre los dos fueron moldeando la figura, cada vez más cotizada y valorada en el mercado europeo. El Shakhtar comienza a dar miedo en el concierto del fútbol europeo y para sus seguidores eso ya es motivo de orgullo.

El próximo 4 de mayo la institución cumple 75 años. A lo largo de ésta, el club pasó momentos horrorosos, aunque la evolución hizo cambiar el gesto de los hinchas. Con la apertura de mente y de fronteras por parte de los gobernantes, el país observó de cerca cómo iban llegando jugadores interesantes, poco conocidos para la mayoría, pero con ganas de evolucionar y a la espera de hacer un buen negocio (como el de Chygrynskiy). Y pese a que la base del equipo es brasileña, algo que podría chocar con el carácter frío del país, se acaba resumiendo en que su juego alegre se trufa con facilidad ante las potentes evoluciones de Srna y Rat.

Volodymyr Kramar es periodista del canal TRK de Ucrania.