Muchos son los sentimientos que recorren mi cuerpo y muchos los momentos que aparecen en mi mente tras un día tan inolvidable. Ver al Halcón Avenida, equipo de mi ciudad y club al que vi nacer y ayudé a crecer a lo largo de más de 15 años, ser campeón de Europa es algo que me llena de alegría y que, pese a estar en Cracovia, hace que me sienta muy cerca de todos los artífices de esto, como en tantos éxitos menores que conseguimos en el pasado juntos. Que un equipo nacido desde la humildad, a base de trabajo y fe, llegue a ser campeón continental es algo que sin duda no hubiera sido posible sin el gran apoyo de la que seguro es la mejor afición de Europa, que en este momento puede disfrutar de algo que en una ciudad como la nuestra era impensable hace años.

El trabajo de Carlos Méndez, el apoyo de la familia Hidalgo, al principio, y el golpe definitivo apostando por el baloncesto femenino de la familia Recio han tenido muchos premios a lo largo de los últimos años, pero sin duda este es el gordo, del que ahora pueden presumir y disfrutar. Como seleccionador, ver que las jugadoras nacionales Domínguez, Torrens, Montañana, Xargay o Lyttle lideran un equipo campeón, no hace más que llenarme de ilusión para afrontar el reto del Eurobasket y es muestra del gran trabajo de los técnicos (chapeau Lucas Mondelo), los clubes y la FEB, pues entre todos han conseguido que el baloncesto femenino español sea líder en Europa.

Hernández es seleccionador de España, técnico del Wisla Cracovia y ex del Halcón.