Al principio de la Euroliga, pocos expertos hubieran señalado al Madrid y al Maccabi como favoritos para estar en la Final Four. Pero aquí están y hoy nos depararán un partido muy igualado. El Madrid suele perder cuando encaja 80 o más puntos y el Maccabi gana siempre que alcanza esa misma cifra mágica. Pero sin el lesionado Doron Perkins, los de Blatt tendrán problemas para poner mucha presión sobre la defensa blanca. En cualquier caso, el Maccabi necesitará correr para ganar. Chuck Eidson, con la ayuda de Jeremy Pargo, conducirá la mayor parte de una ofensiva basada en el contraataque. Eliyahu, que es mucho más débil físicamente que los pívots madridistas, tendrá que recurrir a la velocidad para sacar ventajas y, luego, está Sofoklis Schortsanitis.

La capacidad para desequilibrar del gigante griego es de sobra conocida, pero Blatt tendrá que conseguir que reserve suficiente aire y faltas para los minutos de la verdad. Por último, el factor X puede ser David Blu, una de las causas principales de que el equipo de Tel Aviv esté en la Final Four tras meter 12 triples en los últimos tres partidos del playoff de cuartos contra el Caja Laboral. Sería osado por mi parte decir quién va a ganar, pero lo que sí puedo asegurar es que si el Maccabi se lleva la Copa será el trofeo más triste de su historia. Nada más acabar la final, en Israel comenzará, con dos minutos de sirena, el Día de la Memoria, en homenaje a los 22.000 soldados caídos.

Gilad Zwick es redactor del diario Maariv de Tel Aviv.