Exámenes finales para tres nueves

Exámenes finales para tres nueves

José Mourinho puso a todos sus nueves en el escaparate (hubo tardes, por cierto, en que dejó a los tres en el banquillo), licencia que le permite este tristemente relajado final de temporada y que dudo que esté en sus principios. Y todos quedaron devorados, en la noche y en el curso, por la voracidad de Cristiano Ronaldo, cuyos 49 goles afean mucho los datos del trío. Pinta que uno o dos no repetirán el próximo curso.

De salida empleó a Higuaín, el más explosivo antes de su lesión, el menos fino tras ella. Necesita estar de punta en blanco físicamente y ahora anda muy lejos de su techo. Las hernias discales precisan de una recuperación larga y larga se presume la espera. Le ayudará la Copa América y su espíritu peleón. En peores que estas se ha visto (ha sobrevivido a Raúl, Van Nistelrooy, Huntelaar...) desde que llegó.

Benzema y Adebayor entraron muy al final, con el viento del 2-0 y el agotamiento y el desánimo del Getafe soplando fuertemente de cola. El francés marcó en la primera pelota que le llegó, regalo de Xabi Alonso. Cuesta cogerle cariño porque espacia demasiado los muletazos y el Bernabéu ha pasado mucho tiempo con Guti tras la oreja. Aún así, en la ecuación juventud-calidad parece el que tiene más recorrido por delante y anda en cuarto creciente (doce goles en la segunda vuelta de la Liga). Adebayor, en cambio, dejó poco. Un pase a Cristiano desaprovechado por el portugués y la movilidad habitual. Pesa más su mal final que su buen precio, su compromiso con la causa y el empeño entusiasta de Mourinho por conseguir su cesión. El cañonazo veraniego que le tienta a Florentino es un nueve y el togolés está muy cerca de abrirle el hueco.