Más que el próximo entrenador lo que me preocupa es que la futura plantilla del Atlético esté acorde con la categoría que se debe suponer de un club como el rojiblanco. Al final los buenos futbolistas son los que ganan los partidos y los buenos jugadores son los que llevan a la afición al Calderón. El Atleti lo ha intentado con todos los entrenadores posibles, de muy diversos perfiles, en los últimos años. Quique es el único que ha conseguido títulos y quedará en la historia rojiblanca. Pero la clave ha sido que la plantilla se ha ido mejorando temporada tras temporada y ha empezado a mezclar algunos jugadores de nivel con futbolistas de la cantera.

El enfrentamiento entre Quique y Forlán debe servir de ejemplo para el futuro porque la gran perjudicada ha sido la entidad. Los grandes esfuerzos deberían ir encaminados a mantener a Kun y en concienciar a los futbolistas que suban de las inferiores de la importancia que tiene este club. Si el Atlético logra reunir un grupo de futbolistas con hambre, el futuro entrenador lo tendrá más sencillo. De lo contrario estará abocado a pasar con más pena que gloria por la entidad.