El Depor arrancó un empate del Camp Nou que sabe algo menos por las victorias de Zaragoza y Getafe. Con todo, los de Lotina dependen de sí mismos para salvarse y eso, tal y como está el descenso, ya es bastante. Todo podía haber cambiado en el último suspiro del partido, cuando Xisco tuvo en sus botas el gol de la victoria y la salvación. Valdés lo evitó y el sufrimiento durará hasta el último aliento. Lo cierto es que el partido cumplió la máxima de 'no nos vamos a hacer daño', y así fue. Pep, con su alineación y cambios; el Depor, con su casi total renuncia al ataque, intentando no molestar y despertar a la bestia en su fiesta.

La consecuencia es que el Deportivo se lo jugará en la última jornada y como hace 17 años, el Valencia se cruza en el camino. Como entonces, el partido se disputará en la última jornada de Liga en Riazor; y como entonces, a los che no les irá nada en el partido, en teoría... Los recuerdos se agolparán esta larga semana de espera, con la sombra de González y Djukic como estilete. La diferencia, y grande, es que entonces el Depor se jugaba una Liga y ahora, la vida.