Entiendo que la renovación de Alonso con Ferrari es una estupenda noticia. Básicamente, porque imagino que el asturiano tendrá claro que el potencial real de la escudería italiana es el suficiente para satisfacer sus expectativas a tan largo plazo. Vamos, que de no creer que puede ganar con ellos no se habría comprometido de ese modo. Y ha llegado a tal conclusión después de casi año y medio en Maranello, tiempo suficiente para convencerse de que allí tienen lo que necesita o lo pueden tener. Es evidente que retirarse pilotando para una leyenda no es mal plan, pero desde luego siempre que ese prestigio se refrende a golpe de éxitos, de títulos. Todo lo demás serviría más bien de poco, porque este matrimonio sólo puede tener como fin la gloria del triunfo.

Por otra parte, también es obvio que en Ferrari son conscientes de que retienen a uno de los mejores pilotos de la parrilla (su puesto en el escalafón ya es más opinable, yo le sigo situando en el más alto) y que es mejor tenerle como aliado que como enemigo. Y no sólo por lo que aporta en la pista, sino también fuera de ella, con su implicación en el proyecto, su capacidad de desarrollo y su sintonía con la escudería, a la que ya ha calificado de forma reiterada como su familia. Así que todos contentos al menos por ahora. Porque insisto, sin ánimo de ser agorero, que la clave del asunto será ganar. De otro modo la frustración será compartida y ya sabemos que una de las cosas para la que sirven los contratos es para romperlos. Que pregunten en Woking