El discurso del Rey Guardiola

El discurso del Rey Guardiola

Es el escenario. Es la gloria. Wembley, 1925. El Príncipe Alberto, Bertie, se enfrenta a un estadio lleno. Tartamudea en un discurso aparentemente intrascendente. Nadie piensa que pueda llegar a nada. Tres lustros después, Bertie es Jorge VI y pronuncia uno de los discursos más emotivos de la historia de Inglaterra. Wembley, 1992. Josep Guardiola, un chico de 21 años, levanta en la cara de la familia real de Inglaterra la primera Copa de Europa del Barcelona en 93 años de historia. "Ciudadanos de Catalunya, ya la tenemos aquí", gritó al día siguiente en la Plaza de Sant Jaume, frase que repitió tras conquistar Roma en 2009. Casi dos décadas después, aquel chico imberbe de 21 años regresó al mítico estadio inglés convertido a la vez en el hijo de un modelo de cantera (Johan Cruyff) y el ideólogo que cierra el círculo culé.

Es de suponer que Pep prepara un discurso emotivo, inolvidable para sus jugadores. Que no tartamudeará y que, desde luego, no hará ninguna referencia a su presidente. Hace meses escuchamos a Mourinho hablando de un discurso: "El del Rey Florentino". Lo hizo de manera campante un técnico que se proclama independiente, pero que demostró no serlo tanto. El discurso del Rey Guardiola no hará referencia a su presidente, sino a un estilo que aprendió a amar cuando se crió en ese jardín en el que Cruyff buscó cuando Milla emigró. El discurso de Guardiola sólo rinde pleitesía al fútbol. Por eso es el discurso del Rey.