Hoy se sortea en Marina de Glória, al sur de Río de Janeiro, la fase de clasificación para el Mundial de Brasil. De momento, España no debería estar ahí. Es inexplicable que el Campeón del Mundo tenga que ganarse el derecho a defender su título como un meritorio. Debería estar clasificado de oficio. Pero como las cosas son así, mejor ir a lo práctico. España parte en el sorteo como cabeza de serie Número 1. Faltaría más. Eso tiene sus ventajas, pero no nos libra de evitar a selecciones potentes, en especial a Francia, Turquía y la República Checa, con la que ya nos las ventilamos para la Euro 2012.
Del Bosque no estará hoy en Río porque está preparando la lista para jugar ante Italia el 10 de agosto, en Bari. El seleccionador, que es de los que piensa que "todo lo que sucede conviene", tampoco vería con malos ojos que nos tocarán esos supuestos rivales más fuertes. Puede que para España sea mejor jugar ante Francia en París, en un campo en condiciones que frente a Lituania, en un sembrao más apto para alcachofas que para melones, como sentenció El Monarca, agricultor de Cartagena, en la última visita a Kaunas. Cómo han cambiado las cosas que ahora preferimos un rival potente a un campo malo. Tiqui-taca para todos, que diría Iniesta. España es como la Derby de Nieto: la Número 1.
