Hay más sombras que luces

Hay más sombras que luces

Se acabó con la derrota ante el Genoa una pretemporada atípica, que sembró dudas, con más sombras que luces. Preciado hizo numerosas pruebas, algunas extrañas, como la del refuerzo de Trejo, fichado como delantero y utilizado en la banda, donde no es resolutivo. En los partidos, con una excesiva carga de trabajo previo, el Sporting no ofreció una imagen consistente, ni enseñó la formación tipo, porque los que pueden ser considerados previsibles titulares no jugaron juntos ningún partido. Tampoco se mantuvo un estilo uniforme de juego, después de que en la pasada campaña se viera que el trivote dio un rendimiento que situó al equipo en la mitad de la tabla. Antes, con otros estilos, se puso en duda la valía de Preciado y el equipo llegó a flirtear una situación de excesiva incertidumbre, flirteando con el descenso.

En cualquier caso, Preciado lo tiene todo preparado, con una plantilla a la que le falta una guinda. El cuadro técnico está empeñado en que la necesidad es un centrocampista y el club vuelca sus esfuerzos por André Castro. Míchel, que era más barato no les valía. Sin embargo, en la pretemporada volvió a verse que el problema es la falta de gol. Los atacantes no son resolutivos, tal vez por el diseño táctico o por la ubicación que se les asigna. Para gestionar la llegada de un ariete es necesaria alguna salida, pero cuando se comunican falsas expectativas no se mueven ni los que apenas van a jugar. Parece difícil iluminar las zonas de sombras.