Cuando uno va al dentista o al proctólogo, por un suponer, sabe que por mejor que vaya la cosa siempre será dolorosa. Tienes claro que estas visitas suelen ser peliagudas y que, por más que lo deseas, sabes que vas a pasar un mal rato. Por ello lo que ansías en estos casos es que sea rapidito y lo menos doloroso. Al final se pide sufrir poco y hacerlo con dignidad. Y sin duda alguna las visitas al Bernabéu son para el Villarreal, lo más parecido a quitarse una muela del juicio. Con todo ello, esta visita era sin duda peor y más preocupante ya que el Villarreal va con el pie cambiado y desangrándose jornada a jornada en defensa.

Y ahí es donde atacó el Real Madrid, al que se le podría agradecer que hiciera las cosas con mucha profesionalidad. O sea, rápido, firme y casi sin anestesia. Ya que todavía no se había sentado el paciente y ya tenía fuera la muela del juicio y las dos de al lado. Y a partir de ahí al menos ya sabes que el partido ya se ha acabado. Lo malo es que en ese momento te das cuenta de que queda un mundo y a ese ritmo te puedes quedar sin dientes. Por suerte, esta vez parece que el dentista se apiadó del paciente. O el paciente le dijo aquello de vamos a llevarnos bien y a no hacernos daño. De chiste. Con ello, el Villarreal salió de su visita al Santiago Bernabéu como esperaba, aunque al menos sin mucho daño y de forma decorosa. Pero eso sí, en zona de descenso y con el miedo en el cuerpo por lo que pueda pasar.