Toca ir con mucha humildad

Toca ir con mucha humildad

El Atlético juega en el Bernabéu. El campo talismán para ganar títulos de Copa: ocho de los nueve conquistados por los rojiblancos se consiguieron en ese escenario. En ese torneo, las finales allí son como jugar en casa. En Liga es otra cosa. Sólo los que tienen mucha memoria se acuerdan de cuándo fue la última vez que el Atlético ganó en terreno madridista en Liga y algunos prefieren ni recordarlo. Esa temporada 99-00 acabó tan mal... La gente atlética no saca pecho este año, porque los números no animan a ello. Ni los del Madrid, que está como nunca, ni los del Atlético, que fuera ha sumado un punto de quince posibles y ha marcado dos goles, precisamente en el partido que más daño ha hecho, el que perdió en Getafe.

No es el del sábado un partido para lanzar las campanas, pero la liebre puede saltar en cualquier momento. Esa es la fe de los rojiblancos, que se agarran al olfato de Falcao, el talento de Arda, la clase de Diego o el desparpajo de Reyes. Falta hará como cuando Hasselbaink estuvo en vena en 1999, Schuster lo bordó en el 91, Alemao en el 87 o Marina en el 85. Aun así, en esos cuatro últimos triunfos el Atlético se alió con que el Madrid siempre sufrió alguna expulsión: Bizarri, Sanchís y Maqueda, Jankovic y Ángel... Toca humildad.