Callejón: el ejemplo de suplente diez

Callejón: el ejemplo de suplente diez

Desgraciadamente, en los últimos años, nos hemos acostumbrado a ver suplentes en el Madrid demasiado conformistas, muy cómodos en su papel de actores secundarios, con poco hambre y menos capacidad de sacrificio para revertir su situación. Ningún reserva, en las últimas temporadas, ha tenido la personalidad suficiente para, por lo menos, ponérselo difícil al entrenador. Todo lo contrario que sucede con Callejón. El de Motril se está buscando las castañas a base de calidad, capacidad goleadora, mucho trabajo y poco conformismo. Es un hombre de Mourinho que está demostrando que, pese a la competencia y las dificultades, cuando se quiere se puede. Sabe que lo tiene chungo para estar en el equipo titular porque con Di María y Cristiano como intocables quedan pocos puestos a repartir, pero cumple con su obligación de ponérselo difícil a su técnico y se gana el sueldo euro por euro.

Siempre está listo para cualquier incidencia y no se permite un bajón ni físico, ni moral, aunque lo fácil cuando no juegas es amargarte en el banquillo, ser perezoso en el día a día y dejarte ir hasta que pase la temporada sin pena ni gloria. Cuando eres suplente siempre hay una excusa para echarle la culpa a los demás y dejar de currar para el equipo. Es más fácil estar todo el día mosqueado y con pocas ganas de trabajar que salir a un campo como el de El Toralín a comerte el verde. Eso es lo sencillo. Lo difícil es lo que hace Callejón: dar ejemplo de lo que significa ser un suplente diez...