Una lista de fichajes indecente

Una lista de fichajes indecente

Cada uno por separado dio para una discusión de bar, pero todos juntos en la misma hoja resultan inaguantables. Pesa el coste de los fichajes del Atlético en la última década, pero la honra no se pierde por ahí. Ser el tercer equipo español en inversión corresponde a la historia, afición y recursos generables por este club. Lo realmente indecente e inmoral es la elección de la inversión y la sucesión de errores y repeticiones. Otra corriente más del mar de contradicciones de alto secreto de un club cuyos dueños y gestores se quejan de una economía maltrecha, pero ni se les pasa por la cabeza la venta mientras cargan con la losa con un gusto inquebrantable. Jugadores y empleados firman grandes contratos y así sobrellevan sinsabores pese a la crisis deportiva crónica, los retrasos constantes en los pagos y la exposición pública a la lapidación por parte de una afición que vive entre el desencanto y el hartazgo.

Quién no se eriza viendo esta lista. A quién no se le tuerce el olfato hasta convencerse de que todo es pensar mal y acertar. Los Woodgate y Chygrynskiy son multitud en la década rojiblanca. Entre Nagore, Llorens, Emerson, Velasco, Kezman, Cléber Santana, Sinama, Elías y Micael se han pagado 63 millones de euros sólo en concepto de traspasos, más de lo invertido por el Real Madrid en Xabi Alonso, Marcelo, Higuaín y Özil.