Simeone y el espíritu ganador

Simeone y el espíritu ganador

Simeone ya ha estado durante estos días analizando la actual plantilla del Atlético. El Cholo tiene toda la información necesaria sobre las virtudes y los defectos del conjunto madrileño. El primer objetivo está claro: levantar la moral de un grupo que ha dejado de creer en sí mismo. El Atlético tiene que ganar dos partidos seguidos para que la plantilla piense que es posible llegar al cuarto puesto. A los dirigentes y al entrenador le cuadran los números: el cuarto puesto está a tres partidos cuando quedan 22 por disputarse. En el Atlético miran con envidia cómo otros clubes saben crear un clima propicio para pensar en remontadas: el Clavo Ardiendo del Real Madrid es el ejemplo. El Atlético tiene un número importante de buenos jugadores, llega un entrenador querido por todos y cuenta con algo único: una afición que en cuanto el conjunto gane dos partidos apoyará como siempre lo ha hecho.

Entonces, ¿por qué no puede ser posible enjugarle al cuarto esa desventaja de diez puntos cuando aún quedan por disputarse 66? No es fácil, pero la llegada de Simeone debe suponer un efecto balsámico y también que jugar en el Calderón no se convierta en un vía crucis para los jugadores. Los futbolistas son especialistas en culpar a todo el mundo, pero ahora ya no tendrán ninguna coartada: ya no está Manzano, sobre el que giraban todas las culpas. Ya no habrá ese ambiente irrespirable. Es hora de jugar y si no pueden ganar jugando bien, ganar. Simeone se lo dirá clarito el jueves.