Mejor pecar por exceso, como el Betis

Mejor pecar por exceso, como el Betis

Entiende Mourinho que nada se juega esta noche, salvo alegrarse el jueves, y que pase lo que pase su currículum saldrá sin un rasguño de este octavo Clásico en nueve meses. ¿Qué son unos simples cuartos de Copa en medio de su océano de títulos? Y dramatiza Guardiola al proclamar que tiene mucho que perder, porque el fútbol no ofrece créditos, ni siquiera a él. No les crean. Las vísperas de un Clásico lo teatralizan todo, especialmente en las salas de prensa. A Mourinho le trajo al Madrid su aire de entrenador invencible y ha completado un trabajo estupendo pero insuficiente. No hay misión cumplida si no destrona al Barça y aún no ha dado con la fórmula, más allá de la final de Copa 2011, premio de consolación como él mismo confiesa hoy.

Explicaba ayer, en un repaso de sus alternativas, que cualquier decisión que tome será censurable, y ahí no le quito razón. Sí en el cuerpo a cuerpo que buscó luego con los periodistas. Pero el Bernabéu perdona mejor el pecado por exceso. Incluso si el intento salió mal hace poco más de un mes. El Betis, enganchado al balón, con un once valiente de salida (Rubén Castro, Montero, Jorge Molina) y más valiente aún tras el descanso (Santa Cruz), hizo sufrir al Barça como no se recordaba. Otro partido, otro rival, otra motivación, dirán. Cierto. Pero también un síntoma de que el Barça vive peor si le esconden la pelota. Y el Madrid tiene mejores jugadores que el Betis. Conviene insistir por ahí, aunque si sale bien no creo que le cueste el puesto a este Guardiola sin crédito.