El gol de la alegría

El gol de la alegría

Alves pudo haber lanzado al aire ese balón, y pudo habérselo pasado a cualquiera de sus compañeros. Pero quiso coronar el mejor partido de Messi de las últimas semanas con un gol del argentino. Y ese fue el gol de la alegría. Se vio en Messi, inmediatamente, como si un niño recogiera las notas y éstas fueran un buen regalo para la madre, o para la abuela; y se vio en Guardiola, que es como el padre. Certificaba así, el entrenador, con su alegría, un momento sentimentalmente muy importante del Barça de ahora. El Barça, con Messi a la cabeza, es estilo, no es fuerza, es voluntad de jugar, y ese gol, como las asistencias que el propio Messi dio sin cesar, significa mucho más que un tanto en la Champions.

Es la confirmación de una manera de jugar al fútbol, contra las adivinaciones de los agoreros. Ese estilo es el Barça, y está vivo. Los que usan la palabra definitivo como un mantra tienen que tener cuidado.