El ministro, el desrizante y el ascenso

El ministro, el desrizante y el ascenso

En el fútbol hay infinidad de anécdotas que son aún mejores por cómo y quién las cuenta. Rodolfo Bodipo es un buen contador de esas divertidas vivencias que endulzan una sobremesa futbolera y ayer realizó una exhibición de tres horas en Casa Juan. Durante la Copa de África se ha revelado como una gran firma, contando la competición desde dentro. Gracias a Bodipo nuestros lectores han tenido el privilegio de vivir desde dentro la concentración de Guinea. Y ayer hizo otro repasó con nosotros.

Podría escribir un libro o un guión de una serie de televisión sólo con las que ha preparado el ministro de Deportes guineano, que ejercía de hombre orquesta estando pendiente de todo en La Roja de África, desde repartir las llaves de las habitaciones a enseñar cómo se canta la letra del himno guineano o motivar al equipo en el autocar antes de un partido. Tras repasar al detalle su Copa de África, de recordar su experiencia con Piterman o como se la lío al portero Ricardo, cuando coincidieron en el Racing, al prestarle su potente desrizante de pelo, se puso serio al hablar del Depor. El sevillano quiere curarse cuanto antes del dichoso espolón que le tiene a maltraer para cumplir su sueño: ser el héroe del ascenso en Riazor. "Quiero marcar el gol decisivo", nos confesaba ilusionado. Ojalá sea así, Rodolfo.