El madridismo está atento: ojo al 'Espíritu del NH Alcalá'

El madridismo está atento: ojo al 'Espíritu del NH Alcalá'

Conste que Villar y Rosell pueden quedar en la cafetería de un hotel madrileño para hablar de la grave crisis económica, del cambio climático, de los guiñoles de Canal+Francia, del último estreno del maestro Latre, del IBEX 35 o de los tapones de Ibaka en la NBA. Pero mira por dónde, me da la impresión de que si el presidente del Barça y el de la Federación Española se reúnen durante casi dos horas y éste último recalca el interés de verse "más en privado para hablar más tranquilos", es porque debían tener en la agenda de la citada cumbre algún asunto escabroso que era mejor comentar "sin testigos molestos". Debe ser que soy malpensado, pero ayer transcurrió un día entero y ninguna de las dos partes salió a la palestra para decir: "Oiga, que es falso. Que yo no estuve con ese señor...".

El problema es que la verdad sólo tiene un camino. Y les hemos pillado con el carrito del helado. Que Villar y Rosell se llevan de cine lo sabemos desde la última comida oficial de la Supercopa en agosto, en la que sólo faltó que ambos se intercambiasen los correos electrónicos y las direcciones de sus residencias de verano. He dicho bien, porque en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), Villar tiene una coqueta casa de descanso a la que acude a menudo a pasar los fines de semana. En este precioso pueblo, con historia y un paseo arbolado inigualable, se deja ver en un popular restaurante con una conocida afinidad... al Barça. Villar no tiene por qué esconderse ni taparse. Alguien que se va a jubilar y alcanzar casi la treintena de años en un puesto debe sentirse por encima del bien y del mal. Pero resulta que este domingo pita Pérez Lasa en el Calderón, el árbitro de cámara del Villarato junto a Iturralde González. Por eso, entenderá Don Ángel María que el madridismo esté atento a partir de ahora por lo que pueda pasar. Avisado queda.