El jugador que se alió con el aire

El jugador que se alió con el aire

El primer gol de los cinco que marcó Messi anoche es un resumen del acuerdo que tiene con el aire, y con Xavi. El dueño del balón en el medio campo del Barça se lo pasó al argentino, éste lo tocó por abajo, para darle la densidad adecuada; esa combinación de geometría y matemáticas lo convirtió en un pase muy preciso que el 10 azulgrana recogió con las mismas armas. Dominó el balón hasta que lo posó en tierra, sobre su bota que pareció un guante. Lo levantó sobre el arco que le marcó el portero. Gol. Repitió la escena más tarde, y tres veces más batió a Leno usando magistralmente las dotes con las que vino al fútbol siendo un niño muy chico. Ahora es todo un gigante del fútbol.

Lo vi anteayer en la televisión, sonriéndole con una enorme ternura a Pasqual Maragall, antes de un partido en el que el expresidente de la Generalitat era homenajeado por su lucha contra el alzheimer. Messi no es ese personaje que pintan, ausente de todo, pendiente tan solo de la pelota. Pero si fuera solo esto sería un ser excepcional, el mejor del mundo sin duda, y también el que domina un secreto que está escondido en el aire. Él solo lo domina y nosotros lo disfrutamos.