Europa para huir de la mediocridad

Europa para huir de la mediocridad

El doblete europeo de 2010 sirvió al Atlético para reverdecer laureles tras un inicio de siglo muy por debajo de su historia y su potencial. Los triunfos en las finales de Hamburgo y de Mónaco volvieron a poner en el mapa del viejo continente, en la élite del fútbol, al equipo colchonero. Ambos títulos fueron una válvula de escapa a la mediocridad en la que se había instalado en el siglo XXI, que arrancó con los dos añitos en el infierno de Segunda y siguió promediando una séptima plaza en su regreso a Primera. Después de decenas de futbolistas de paso, de una docena de entrenadores, de entradas y salidas en el consejo de administración y en los puestos de mando del club, después de haber cambiado hasta el utillero, manteniéndose siempre los mismos mandando y gestionando, por fin el Atlético volvió y se estrenó como campeón en el siglo XXI.

Aquellos dos títulos ganados con Quique eran el trampolín ideal para reinstalarse en la élite. Pero no fueron el punto de inflexión soñado por los atléticos. Esta temporada se ha instalado en el triunfo en la Europa League y esas victorias colocan al Atleti a estas alturas como quinto equipo en el ránking UEFA. Simeone quiere campeonar. El Atleti lo necesita. Y el Cholo, que disfrutó como un hincha colchonero más en la final de Mónaco, debe demostrar que también es un entrenador ganador y que es el ideal para el Atleti.