Jugó un partido fantasma

Jugó un partido fantasma

La victoria del Dortmund ante el Schalke dejó el partido en un trámite, y Heynckes lo dejó bien claro. Salió sin Lahm, Kroos, Ribéry ni Mario Gomez. También sin Luiz Gustavo, más que razonable opción para el mediocentro ante el Real Madrid. Y los que jugaron lo hicieron sin mucha intensidad, sobre todo un Robben más pendiente de dosificarse, sin asumir el más mínimo riesgo y además bien vigilado. Hubo cosas que ver, sí. Schweinsteiger fue titular, viene con lo justo tras su lesión y él sí que forzó, lo necesita. La buscó atrás, la pidió siempre, con mucha más movilidad que un Tymoschuk lejos del nivel que un día mostró.

Algún buen desplazamiento en largo de Boateng y Badstuber, la confirmación del discreto momento de Müller y que Alaba es un comodín capaz de jugar en varias posiciones. Ayer volante, en la posición de Ribéry. Otros días mediocentro, ante el Madrid casi seguro lateral izquierdo con Lahm en la derecha. Faltó todo en el Bayern. Intensidad y pegada, porque Olic, hoy por hoy, está a años luz de Mario Gomez. Algunos detalles en la segunda parte, con los minutos en los que Robben jugó cerca de Ribéry, que entró tras el descanso. Luego aparecieron Gomez y Kroos, pero poca cosa. Un Bayern lento y sin intensidad, nada que ver con lo que observaremos el martes. Apretó algo al final, pero poca cosa. Poco más que un partido fantasma, la verdad.