Atlético y Valencia dirimen una bonita rivalidad deportiva de la que, en este momento, sale ganador el club de Madrid. Los madrileños han ganado 23 títulos oficiales a lo largo de su dilatada historia, tres más que el club valencianista. Los buenos resultados cosechados por el Valencia en lo que llevamos de siglo les ha acercado en el intento de igualar a la entidad del Manzanares, cosa que aún no ha logrado.

Si nos ceñimos a esta temporada, el Atlético figura quinto en el ranking UEFA, justo detrás de los cuatro semifinalistas de la Champions. Y si hacemos el cómputo de las últimas cinco temporadas, el Atlético está entre los diez mejores. Su rival está tres puestos por detrás. Esto son los números. Luego entran en juego otra serie de consideraciones. El Valencia es el primer club de su Comunidad y ha tenido el respaldo total de sus instituciones, tanto políticas como económicas, como bien saben en la ciudad del Turia. Cuando esas ayudas han disminuido, el Valencia lo ha acusado. Y en los últimos años, sólo una Copa. El Atlético pelea siempre contra corriente en la capital, luchando contra el todopoderoso Real Madrid. Y la ayuda institucional es escasa.

A nivel de títulos, gana el Atleti y a nivel de pinchazos televisivos y de masa social, también. No muy grande parece el Valencia al recordar a todas horas la jugada de Zigic. En el mismo partido hubo un gol mal anulado a Forlán y un penalti no señalado a Ujfalusi. Emery eso no lo recuerda. Lógico, en fútbol uno se acuerda y airea sólo lo que le interesa.