El Calderón volvió a vivir una de sus noches mágicas. El Atlético salvó el honor del fútbol español en Europa, pues fue el único que ganó en esta jornada continental y tiene medio pasaporte para la final de Bucarest, aunque al final resultó ser un buen anfitrión y regaló el gol de la esperanza al Valencia, que antes le había obsequiado los tres primeros goles tantos colchoneros. Fue un partido de despropósitos defensivos y donde el momento mágico fue la obra de arte de Falcao. El colombiano sigue demostrando que es un goleador estratosférico y que si tuviera buenos pasadores sus cifras serían incluso mejores que las de Messi y Cristiano.

Cholo y Emery apostaron por el músculo y el primer combate lo ganaron los artistas. Adrián también estuvo enorme. Los jugadores del Valencia tuvieron que claudicar ante el peso específico del que es sin duda el tercer equipo español. Bucarest está más cerca y este Atleti huele a campeón.