El 30-6-92 cambió la historia

El 30-6-92 cambió la historia

El 30 de junio de 1992 marcó un antes y un después en la historia del fútbol español, sometido a un Plan de Saneamiento (o plan de Refinanciación de la Deuda) con dinero de las quinielas, a cambio de convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (S.A.D.). A cada club se le fijó un capital social, superior cuanto mayor era su deuda. En el caso del Club Deportivo Málaga fueron unos 15 millones de euros. El equipo había descendido a Segunda B y se veía desde el minuto uno que no podría cumplir con este requisito.

La sede del Consejo Superior de Deportes era un hervidero. Quien no avalase, descendía. El plazo terminaba a las 12 de la noche. Ruiz Mateos, dueño del Rayo, se presentó en bata y zapatillas. Jesús Gil y Lopera llegaron al filo de la hora. Sólo dos equipos no lo consiguieron: el Murcia y el Club Deportivo Málaga quien, horas después, anunció su disolución pasando sus derechos federativos a ser ocupados por el Atlético Malagueño en Tercera División porque sólo fue capaz de cubrir 34 millones de las antiguas pesetas (33 de ellos puestos por Fernando Puche). Fue terrible.