Que se dejen de buscar. El Atlético puede pasar hasta de Diego. Ya tiene su gran cerebro. El próximo Xavi de nuestro fútbol. Se llama Óliver Torres. Y en el título europeo de los Sub-19 ha dado todo un recital de cómo manejar y dirigir a un equipo campeón. Pases en corto y desplazamientos en largo. Juego al primer toque o manejo de balón cuando había que marcar el ritmo adecuado. Siempre solidario para que cualquier compañero tuviera una salida perfecta de balón, gracias a su cabeza privilegiada. A sus 17 años, en noviembre cumple 18, es la gran estrella de la cantera colchonera y no es extraño que Simeone se lo haya subido a Los Ángeles de San Rafael para entrenar con los mayores. Lloro de emoción pensando en los goles de Falcao o Adrián cuando Óliver invente una de sus jugadas majestuosas. Después de Fernando Torres, es el proyecto más esperanzador que se ha criado en la secciones inferiores del Atlético.

Incluso Aguilera ha estado más rápido de lo habitual y le ha renovado antes de que los poderosos ingleses vengan a quitárnoslo. Óliver ha dado, en todo momento, la sensación de tener la cabeza muy bien amueblada. Su entorno le aconseja a la perfección y nadie debe mirar su DNI a la hora de abrirle paso al once titular. Ahora mismo el Cholo no tiene un centrocampista tan diferente como él. Si no se asusta por jugar con los grandes, tenemos una de las piezas intocables, incluso pensando en un futuro próximo en la Selección absoluta.