Nunca vi un Atlético tan potente

Nunca vi un Atlético tan potente

El gran equipo rojiblanco de los años 70 me cogió siendo muy niño, por lo que mis primeras emociones llegaron con ese conjunto de los canteranos, de los Julio Prieto, Marina, Quique, Rubio... Muchos chavales nos emocionamos con ellos. Luego llegó Futre y esas carreras que le hicieron ser el ídolo de todos. El equipo del doblete tenía a Kiko como figura y un halo de conjunto que hacía un buen fútbol, que se imponía a base de jugar bien. Pantic caló muy hondo. Pasó Vieri y el Niño Torres nos devolvió de nuevo la ilusión. Su relevo lo cogió otro chaval con hambre, Agüero, un crack del que disfrutamos cinco años. Hubo grandes jugadores y muy buenos equipos, pero nunca vi a un Atlético con el poderío, con la fuerza mental y física, con la competitividad del que ganó al Chelsea.

Nunca vi un grupo como éste, capaz de ganar una final ante un rival con futbolistas contrastados y de categoría en poco más de 20 minutos. Pocas veces se habrá sentido el aficionado rojiblanco tan orgulloso como el viernes. Y casi nunca habrá sentido esa sensación de superioridad apabullante, de estar por encima del bien y del mal. El Cholo ha conseguido que la palabra solidaridad no se diga sólo para salir en los periódicos. En 44 años nunca había experimentado que los periodistas y los hinchas rivales te miraran casi con reverencia.