20 años de mosaicos sin problemas

20 años de mosaicos sin problemas

Hace 20 años que se despliegan mosaicos en el Camp Nou y nunca se tomó en cuenta como ahora. El que se despliegue un enorme puzzle de 98.000 cartulinas no es noticia, al menos para los hinchas culés. Esta vez los colores serán los de la senyera, que para quien no la conozca es una bandera de cuatro franjas rojas sobre fondo dorado o amarillo usada oficialmente como la bandera catalana (también aragonesa o valenciana). No hay más. No es un arma de destrucción masiva ni un símbolo anticonstitucional; se trata de la bandera catalana con la que otras muchas veces se recibió a los jugadores del Barça en el Camp Nou.

Es curioso comprobar la batalla que pretenden rendir algunos desde fuera de las fronteras naturales de Cataluña, tras la manifestación del pasado 11 de septiembre. No le den más vueltas. Al igual que en el Pizjuán y el Villamarín se ven banderas andaluzas, en Riazor y Balaídos la gallega o en Gijón la asturiana (en otros estadios las esvásticas pasean por los fondos y eso parece molestar más bien poco), el culé está en su derecho de poder desplegar lo que le dé la gana, sin caer en la trampa de la ilegalidad. Porque no hay más. Todo lo que les digan fuera de todo eso serán ganas de excitar a las masas y de tratar de desvirtuar la realidad y crear violencia.