La pieza que falta en el puzle de Mou

La pieza que falta en el puzle de Mou

Gareth Bale es el deseado. Modric nos dio una pista fiable hace unos días al confesar que sería el fichaje ideal para el Madrid. El croata ha convivido con el galés estos años y tiene información privilegiada. Le ha visto entrenarse, cuidarse y, lo más importante, ha disfrutado con esas galopadas supersónicas que al Tottenham le dieron victorias y prestigio. Bale gusta a Mourinho desde hace mucho tiempo, pero dos veranos atrás el paisanaje y la confianza que tenía en Coentrao obligaron a Florentino a sacar de la caja 30 millones de euros para traer al portugués en lugar del Galgo de Cardiff. Cierto que Bale vale 60 kilos mínimo. Pero como dice sabiamente mi madre: "Al final, lo caro sale barato". Coentrao se ha convertido en un problema más que en una solución. Cuando juega, agiganta la figura de Marcelo y su condición de multiusos ha quedado en entredicho por sus pobres prestaciones cuando Mou le ha puesto de lateral derecho o de mediocentro...

Por eso, el fichaje de Bale se antoja clave para que el Madrid alcance la velocidad de crucero con la que sueña el estratega portugués. Mou quiere intensidad, velocidad y verticalidad a partes iguales. Busca un fútbol volcánico, que agilice los trámites en la sala de máquinas para garantizar una llegada en oleadas que destroce al rival. The Special One está diseñando una pegada que se gestione a la velocidad de la luz. Y esa luz la garantiza Bale, un zurdo que empezó de lateral pero que puede jugar de extremo, en plan Gento. Cristiano podría regresar a su banda natural y todos contentos. Con sólo 23 años, Bale sería un refuerzo determinante para apuntalar el dominio del Madrid en España y en Europa. Pedazo de crack.