El otro día me hicieron una pregunta que me dejó pensando y que me gustaría trasladar: "¿A quién echaría más de menos el Madrid si se fuera, a Mourinho o a Cristiano Ronaldo?" Mi respuesta fue, sin dudar, Cristiano y no soy nada sospechoso con Mourinho, al que considero el mejor del mundo, hasta que Guardiola demuestre lo contrario en otros clubes. La influencia del astro portugués en los resultados del Madrid es tremenda. En las buenas y en las malas. Es tan descomunal su listón goleador, que su incidencia resulta casi insultante. Cualquier estadística, como las que pueden leer en estas páginas, así lo refrenda. Su mérito es tan enorme como su producción.

Sin embargo, creo que la gran diferencia con Leo Messi, el único espejo en el que se puede comparar seriamente (con perdón de Falcao), es que el Barcelona está estructurado tácticamente para potenciar las virtudes de su crack, desde la época de Pep, y el Real Madrid, no. Además, la jerarquía de Messi en la plantilla azulgrana está asumida por todos y cada uno de sus compañeros. Con Cristiano no ocurre lo mismo en el vestuario blanco y resulta flagrante hasta en las votaciones para el Balón de Oro.