Los artículos publicados ayer en el Diario AS lo han explicado muy bien. La posible llegada de Gareth Bale al Madrid es totalmente compatible con la omnipresencia de Cristiano Ronaldo en el dibujo táctico. Incluso podría ser ventajosa para el astro portugués. Sin embargo, y como me gusta ser un poco malpensado de vez en cuando, me pregunto si, de una forma u otra, el fichaje del extremo galés podría representar una sana competencia para el mismísimo Cristiano. Aunque es evidente que este último aparece ahora como intocable hay que pensar en un futuro no tan lejano. La 'tristeza' expresada por el portugués a principios de septiembre ha hecho saltar algunas alarmas en el Madrid y en el madridismo. Por ello, no es totalmente descabellado opinar que, quizás un día, le vendrá bien algún aliciente interno para sustituir al aliciente externo (Messi).

Además, llegará el momento en que también Cristiano necesitará descansar en el último tramo de algunos partidos. Incluso no jugar ni un minuto en encuentros considerados como menos trascendentes. Para estos casos también, la presencia de un Bale para cumplir con las funciones de Cristiano, combinando técnica y velocidad, será muy útil al Madrid.