Cada vez que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) renuncia a una subvención todo el fútbol femenino se lleva las manos a la cabeza. Ocurrió cuando la RFEF renunció a la subvención del CSD, luego al porcentaje de las Apuestas Deportivas y ahora a la subvención del Programa Deporte y Mujer del CSD. Hace poco Informe Robinson, de Canal+, desveló lo que perciben al día las jugadoras de la Selección que se acaba de clasificar para el Mundial 2015: 25 euros al día. Y estas dietas llevan décadas congeladas.

Cada año se suceden noticias de clubes al borde de la desaparición, jugadoras de Primera que no cobran porque sus clubes no pueden pagarles (en una competición que regula la RFEF) y otras penurias. Hace meses una multinacional de la gestión deportiva presentó a la RFEF una oferta de 6 millones de euros por los derechos televisivos de las competiciones nacionales del fútbol femenino de las próximas seis temporadas. No hubo respuesta. Nadie lo entendió. Como hoy nadie entiende que la RFEF renuncie a un dinero que, seguro no necesita, pero que a su deporte femenino le daría un empujón.