Luego nos preguntamos por qué nos va tan bien en el baloncesto. Pues por actos como el de ayer. Hace 80 años que la Selección jugó su primer partido (21 de abril de 1935, 33-12 a Portugal), y la Federación tuvo la feliz idea de reunir a los jugadores que han sido más de 150 veces internacionales. Aparecieron tres de la actual Selección: Pau Gasol, Reyes y Rudy. Los tres, junto a quienes fueron glorias de nuestro baloncesto: Emiliano, Buscató, Luyk, Brabender, Corbalán, Romay, Herreros, Epi... Frente a ellos, de espectadores, los otros nueve jugadores de la Selección que se van al Eurobasket, empapándose de lo que significa pertenecer a una familia llamada Selección Española, que va por su enésima generación.

A cada cual es mejor, y ahí están los resultados. Algunos distinguidos jugadores no pudieron ganar más que unos modestos Juegos Mediterráneos, caso de Emiliano, lo cual no fue obstáculo para que su nombre se convirtiera en santo y seña de nuestro baloncesto, gracias, eso sí, a sus éxitos en el Madrid de Ferrándiz, quien también tuvo su reconocimiento en el acto. Luego llegaron las medallas y, sobre todo, la plata de Los Angeles y el Mundobasket. La Federación ha sabido rentabilizar cada momento, crea las ocasiones para que se hable de baloncesto y también de que se sienta importante con la presencia de incluso miembros del Gobierno. Un 10 para este baloncesto, del que hay motivos para sentirse orgulloso.