Llevo años recibiendo en Ibiza a ‘mis sobrinos’ los futbolistas. Aquí encuentran todo lo que desean. Los que traen a la familia tienen las mejores playas, sol, ocio y buenos restaurantes. Los que vienen solteros pues ya se sabe, les gusta la diversión e ‘ir al cine’, como nos gustó a todos cuando éramos jóvenes. La gente del fútbol llega de toda Europa (Lampard, Gerrard, Ribèry, Sneijder...) por una razón que es la contraria a la imagen que se tiene de Ibiza: aquí hay paz, nadie da la vara a los jugadores, esto no es la verbena de La Paloma. Me decían Koke y mi ídolo de toda la vida Paolo Maldini: “Labi, qué tranquilos estamos aquí, en el Malibú, sin agobios de gente”. Y eso es lo que yo busco para ellos. Que puedan darse un baño, tomar el sol y tener buena mesa y buen alojamiento, como unos turistas más.

Esta isla es única. Hay sitio para todos. Algunos van en Ferrari y otros vamos en auto stop. Ahora están por aquí Cristiano y Messi, a los que tengo un gran aprecio, y disfrutarán con sus familias navegando en yate por las calas. Estamos encantados con sus visitas. Y estaremos más felices aún si nuestro gran símbolo futbolero de Ibiza, Camacho, volviera a ser seleccionador nacional. Y si no lo es, nuestro abrazo y nuestra invitación para el que elijan.