Entre la altura y un GPS que no funciona

Cómo afectará a los pilotos competir durante cinco días a más de 4.000 metros de altura? ¿Resultarán determinantes los dos milímetros de brida de motor que le han dado a Toyota y el que le han quitado a Peugeot? ¿La limitación del GPS por parte de los organizadores convertirá la carrera en una locura? Cuantas más dudas nos genere el Dakar, más fuerte y saludable crece. El de 2017 apunta a duro entre los duros, las ganas de Marc Coma por poner su sello a la carrera eran tales que es pronunciar su nombre y ver sudar a más de uno. Y no por los 40 grados de ayer en Asunción.

África por el retrovisor

Es la novena edición del Dakar en Sudamérica. Muchos siguen mirando por el retrovisor, se acuerdan de África, dicen que aquello era otra cosa. También lo era subir el Puy de Dôme en la bici de Bahamontes o cabecear a lo Zarra un balón de piedra centrado por Gaínza. O clavar un lob liftado con las viejas raquetas de madera en lugar de las 3.0 de grafeno/titanio y amortiguación electrónica de hoy día. En realidad, el 90% del mérito de Federer es por la raqueta; jugar, lo que se dice jugar, el suizo no juega tanto... Carlos Sainz compitió en África y también en Sudamérica; lo mismo le sucede a Nani Roma, Stéphane Peterhansel, Xavi Foj o Cyril Despres. Y todos ellos dejan bien claro que en el actual Dakar se corre al sprint desde el kilómetro 1, sin pestañear ni un solo segundo. No podrán hacerlo desde hoy hasta el día 14. Desde Asunción a Buenos Aires. Durante cerca de 9.000 kilómetros. Pipo López no perderá detalle y nos acercará la carrera en estas páginas. Su GPS no falla.