Río: los JJ 00 que nos quitaron

El Parque Olímpico de Río se cae. Esas instalaciones donde Mireia Belmonte nos mantenía en vela durante las madrugadas, Nadal y Marc López nos encogían el corazón, las chicas del baloncesto y Gasol y compañía nos enardecían, las chicas de la rítmica nos emocionaban y Eva Calvo y Joel González hacían crecer el medallero con el taekwondo han caído en el abandono. Ese es el legado que ha dejado Río en cuanto a instalaciones. Como sucedió en Atenas 2004. El Comité Olímpico Internacional (COI) no aprendió la lección. Quería unos Juegos comprometidos con el medio ambiente y con el uso posterior de las instalaciones, y Río no ha sido precisamente un ejemplo. Esos Juegos le pertenecían a Madrid, y el COI quiso que no fuera así.

Madrid ya rozó la organización de los Juegos de 2012. Se fueron a Londres tras quedar Madrid fuera de la final por dos votos. Para los de 2016 alcanzó la final, y la perdió aun a sabiendas de que Río difícilmente cumpliría sus compromisos. Ahora el COI tiene motivos para avergonzarse. El mundo puede comprobar para qué sirven después las instalaciones donde se han invertido millones de euros. El Parque Olímpico, levantado sobre los terrenos donde estaba el circuito Nelson Piquet, fue sede de 10 de los 28 deportes. Las instalaciones, a 30 kilómetros del centro de Río, han quedado sin ninguna utilidad. Salieron de la nada, porque Río no las necesitaba, pero el COI sí, y ahí está el resultado. Madrid, por cierto, tenía el 80% de las instalaciones construidas y en uso.