El más tonto hace relojes

No hay lugar para la relajación en un torneo como la Champions, en el que el más tonto (se lo robo a Luis) hace relojes. “Con 2-0 iríamos más relajados. Así, no”, dijo Jovetic nada más terminar el choque con un castellano casi perfecto, y eso que solo lleva mes y medio en Sevilla. El montenegrino, que sumó otra asistencia más a su magnífica aportación, sabe que en esta competición de oro los detalles te clasifican o te echan a la calle. El Leicester mira con miedo el abismo del descenso y sólo dio una a derechas en el Pizjuán, pero ese acierto le bastó para llevarse un 2-1 que en la caldera de Inglaterra le mete el miedo a la gente sevillista. Costará pasar. Eso lo saben Jovetic, Sampaoli, Monchi, Castro y el sursum corda.

El Leicester no ha marcado en este 2017 un gol en la Premier y tampoco es que lo mereciera anoche demasiado. Pero un delantero como Vardy, que el año pasado fue pichichi, regresa en cualquier momento. Él marcó la diferencia del 2-0 al 2-1, la esperanza para una grada, la del King Power Stadium, que sólo necesitaba un hilo para agarrarse a la ilusión. Ojo que el Leicester ganó los tres partidos de Champions que disputó en su grupo. Ojo que el Leicester le pasó por arriba a todo un Manchester City por 4-2, resultado que le valdría para dejar al Sevilla compuesto y sin Champions.