Zidane y la BBC, Simeone y sus clásicos

Zidane dio la sorpresa ayer en la conferencia de prensa, al declararse inseguro en el banquillo. “No estoy planificando el verano”, anunció repentinamente. Fue chocante. Claro, que él, que ha visto pelar las barbas de Ancelotti, es lógico que ponga las suyas a remojar. Sabe que si se queda sin ganar nada le va a pasar lo mismo. Florentino, de movimientos tan sigilosos en otros asuntos, es muy lenguaraz en lo que se refiere a sus entrenadores, de los que se cansa a la primera. Zidane tiene a tiro la Liga y en la Champions su Madrid es cuando menos un ‘primus inter pares’, pero ni aun así se ve al francés convencido de seguir.

La Liga se la juega en casa. Por el Bernabéu van a desfilar el Atlético, hoy, y el Barça, el domingo 23. Se la va a jugar, eso parece inevitable, con la BBC, cuya producción en goles desmedra tanto que ya no compensa ni de lejos su haraganería para cerrar la salida del rival. Suelo oír, en torno a este debate, que el Madrid ganó en Lisboa y Milán con la BBC. Mírenlo más de cerca: estaban los tres en la alineación inicial, pero no en la final. Ambas veces se fue Benzema. El Madrid empató en Lisboa con Morata e Isco, y en Milán paró el chaparrón del Atlético con Isco y Lucas Vázquez en el campo. Conviene mirar las cosas en detalle.

En el Atlético hay menos discusiones. El Cholo ha salvado el bache y las dudas. Su equipo se ha afirmado sobre sus clásicos, su ‘guardia de corps’, los jugadores y el modelo que han plantado al Atlético donde está. Ha habido fichajes para jugar de una manera menos siderúrgica y más artística, pero no ha terminado de resultar. El Atlético ha vuelto a su ley: un equipo fuerte y firme, que no arriesga, que complica al rival y le castiga cada error. Así ha recuperado en un santiamén el tercer puesto, comiéndole doce puntos a un alicaído Sevilla. Hoy saldrá a ocupar el medio campo. Veremos si Zidane encuentra la manera de evitarlo.